Una
economía ideal perfectamente competitiva (en la que las decisiones relacionadas
con la asignación de los recursos se toman por medio del intercambio voluntario
de bienes por dinero a los precios de mercado) extrae de los recursos
existentes en la sociedad la cantidad máxima posible de bienes y servicios
útiles. Pero el mercado no siempre se comporta de acuerdo con este ideal
perfecto; en las economías de mercado hay monopolios, contaminación, desempleo
e inflación y la distribución de la renta de las sociedades basadas en un
sistema puro de laissez-faire a veces se considera poco equitativa. Ante estos
fallos del mecanismo del mercado, las democracias introducen la mano visible
del Estado junto a la mano invisible de los mercados. El Estado desplaza a los
mercados al poseer y gestionar ciertas empresas (como el ejercito), regular las
empresas (como las compañías de teléfonos), gastar dinero en la exploración del
espacio y la investigación científica, gravar a los ciudadanos y redistribuir
los ingresos recaudados entre los pobres y utilizar sus poderes fiscales y
monetarios para fomentar el crecimiento económico y domesticar los ciclos
económicos. En este apartado hacemos un primer examen de los argumentos en
favor de la intervención del Estado en las economías modernas y de las técnicas
que se emplean.
Funciones del estado
Cuando
analizamos el papel del Estado, generalmente damos por sentado que éste fija
las reglas del juego, legislando y velando por el cumplimiento de los contratos
y por el respeto de los derechos de propiedad. Pero ¿cuales son sus funciones
económicas?.
- Fomentar la
eficiencia,
- la equidad y
- el crecimiento y
estabilidad macroeconómicas.
El
Estado intenta corregir los fallos del mercado, como el monopolio y la
contaminación, a fin de fomentar la eficiencia. Los programas públicos
destinados a fomentar la equidad se valen de los impuestos y del gasto pare
redistribuir la renta en favor de determinados grupos. El Estado recurre a los
impuestos, el gasto y la regulación monetaria pare fomentar el crecimiento y la
estabilidad macroeconómicos, reducir el paro y la inflación y fomentar el
crecimiento económico. Examinaremos brevemente cada una de las funciones.