Un
mercado es una institución a través de la cual, todos los compradores y los
vendedores pueden comunicarse entre sí. Determina conjuntamente sus precios y
cantidades. Los mercados se caracterizan por el libre intercambio, la toma de
decisiones descentralizadas, la especialización y la división del trabajo.
Podemos
considerar, pues, la economía de mercado, llamada también economía de libre
mercado o simplemente economía libre, es como aquella forma de organización
económica en la que las decisiones de naturaleza económica son el resultado de
una multiplicidad de comportamientos individuales, tomadas libremente a través
del mercado por medio de un sistema de precios. Para Adam Smith (defensor de la
economía de mercado y precursor de la moderna economía), existe una mano
invisible que proporciona un cierto orden en el sistema económico, de tal modo
que la actuación egoísta del individuo
buscando su propio interés conduce, sin que éste sea su propósito, al interés
de la sociedad. Por ello, toda intervención del estado es considerada
perjudicial en tanto que rompe el orden natural existente.
La
economía de mercado presenta aspectos complejos dado que en el mercado
intervienen muchos y variados factores, actuando en el, el operador económico
en conjunto con otras voluntades en una competencia abierta y recíproca. Esta
economía está estrechamente vinculada con el capitalismo, las relaciones de
intercambio se organizan a través del mercado.
Se
presentan aspectos complejos dado que en el mercado interviene muchos y
variados factores, actuando en el, operador económico en conjunto con otras
voluntades en una competencia abierta y recíproca.
Podríamos
decir, que la geografía es un factor que debe tomarse en cuenta al explicar
variaciones en las tasas de crecimiento económico, puesto que los países
tropicales están desventajados a este respecto. Esta conclusión pesimista, sin
embargo, tendría que matizarse con una sana dosis de pragmatismo: la ubicación
geográfica es un hecho inalterable, y no hay nada que pueda hacerse al
respecto, aunque sí se puede lograr mucho en términos de los otros
determinantes del crecimiento económico. El "castigo por
tropicalidad"' puede superarse, por ejemplo, promoviendo políticas que
incrementen el grado de libertad económica. En los países tropicales, por
tanto, el argumento en favor de la libertad económica es aún más fuerte que
para el caso de países no-tropicales.
El
estudio económico del mercado, involucra muchos aspectos físicos del territorio
de los cuales los países deben pasar por alto para lograr las metas estipuladas
en sus economías.