La variable macroeconómica inflación constituye una
situación de crecimiento continuo de los precios, medida por el índice de
precios al consumo o el deflactor del PIB.
Cuando se presenta una situación contraria, es decir, un descenso del
nivel general de precio nos encontramos en un estado de deflación.
La inflación y la deflación guardan extrema relación
con los precios, los cuales se verán afectados cuando el circulante monetario y
el circulante de bienes no llevan una relación equitativa. En el momento en que una de las dos decrezca
o disminuya más que la otra, se suscitará entonces alguno de estos dos
problemas económicos.
Históricamente se conocen varias teorías que tratan de
explicar el origen de la inflación, entre ellas tenemos:
1.
La inflación por
exceso de demanda o del tirón de la demanda.
Este tipo de inflación fue explicado por Keynes bajo la óptica del
desmesurado crecimiento del gasto público o gubernamental.
2.
La inflación de
costes o presión de los costos. Esta
inflación tiene su origen como consecuencia de alzas autónomas en los costos y
aparece ya sea por presiones sindicales por mayores niveles de salarios, o por
acción de los empresarios al tratar de mantener iguales márgenes de beneficios
al ver aumentados sus costos de producción o al pretender aumentar los
márgenes.
3.
El enfoque
monetarista del tirón de la demanda. El
planteamiento más sencillo y común en cuanto a este tipo de inflación señala
que el exceso de demanda que se presenta en un momento dado obedece a una
excesiva emisión de monedas que presiona sobre la cantidad de bienes y
servicios, los cuales no son aumentados en igual proporción que la cantidad de
dinero, provocando en consecuencia la elevación de los precios.
4.
La inflación
estructural. Esta situación, según
algunos economistas es una situación propia de los países
subdesarrollados. Los factores
estructurales son múltiples y variados, tiene como origen desde la agresividad
del sistema tributario, las deficiencias en las estructuras productivas,
deficiencias de carácter institucional, social y político hasta el bajo
rendimiento en el comercio exterior.